Dressed up in nude

Desde hace unos meses tengo un especial obsesión con el nude. Vestidos, esmaltes, labiales, zapatos… me he dado cuenta de que es el color que siempre busco en las tiendas por defecto. Es una tendencia en la que me fijé hace ya un tiempo, pero parece ser que ha ido calando en mí poco a poco hasta que se ha convertido en mi color fetiche.

Quizás sea por su condición neutra, o quizás porque el simple hecho de llevar algo que emula el color de la piel me hace sentir cómoda, y me gusta muchísimo poder combinarlo con cualquier cosa, especialmente con algun complemento o alguna prenda en colores oscuros como el negro o el azul marino. Yo y los contrastes.

La verdad es que creo que los dos colores de este invierno van a ser otros, pero creo que este clásico color seguirá estando en el Top 5.

No me atrevería a decir que «nude is the new black», pero si que diría que es un buen candidato.

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