Mi masoquismo estacional

Cada año espero con ansia que llegue el verano para poder ponerme mis sandalias, cenar en terrazas y tomar el sol, y como no, ponerme la ropa que he estado acumulando desde que salieron las colecciones de primavera. La verdad es que no me gusta mucho el invierno, en Londres hace muchísimo frío, llueve cada dos por tres (en horizontal) y nieva. Eso sí, en cuanto salen las colecciones de otoño/invierno, como si fuera una masoquista, vuelvo a ansiar el invierno y a echar de menos los abrigos y las botas. Esta semana la Paris Couture Week ha sido la gota que ha colmado el vaso, y me ha hecho tener un mini-affair temprano con la siguiente estación. Mis diseñadores favoritos han sacado unas colecciones «jaw-dropping», como se dice aquí. Mis diseñadores top ten (en orden de fotografía) serían en este momento: Vera Wang, Miu Miu, Balmain, Bottega Veneta, Sofia Kokosalaki, Sonia Rykiel, Victor & Rolf, Vivienne Westwood y Yohji Yamamoto. Estas son unas de mis piezas favoritas:

Creo que nadie se habrá quedado indiferente. Me gustaría que el mundo entendiera por fin que la ropa de las pasarelas, y sobre todo la haute-couture no es ropa que los diseñadores pretenden que nos pongamos para ir a hacer la compra al supermercado. Para eso está el ready-to-wear (en menor o mayor intensidad). En un mundo ideal me gustaría que la gente no se quedara en lo obvio, abriera un poco su mente y dejara de mirarlo todo de forma cuadriculada, y que dejaran de decir «¿Quién se va a poner eso?». Qué más da si alguien se lo pone o no, una vez más, el diseño es un arte que, igual que la pintura, se puede expresar de mil formas diferentes, y sería una pena si el mundo de la moda se quedara en el modelo high-street, porque desde mi opinión, sería un mundo muy aburrido.

¿Alguna masoquista más que esté deseando que llegue el invierno?

Fotos: Elleuk